Según los cálculos del climatólogo Juan Minetti, director del Laboratorio Climatológico Sudamericano, las lluvias que se pronostican para este verano serán más un castigo que una bendición para Tucumán, por la fuerza destructiva que podrían acarrear las tormentas. “Hemos tenido una primavera particularmente lluviosa, por lo tanto las cuencas están saturadas y el suelo tiene muy poco margen para absorber el agua de lluvia que va a venir. Eso, sumado a una temporada con copiosas tormentas en escasos lapsos, configura un cóctel que seguramente va a provocar inundaciones. Tenemos que estar preparados para un verano todavía más complicado que el pasado”, sentenció el especialista.
El pronóstico de Minetti indica que las próximas tormentas fuertes se esperan para la semana que viene, el lunes o el martes. Hasta ayer, el promedio de lluvias esperable para diciembre ya había sido superado en 50 mm, por lo que esa diferencia se ampliará todavía más con las precipitaciones que quedan antes de fin de año. “Después, lo que sigue, son dos períodos muy lluviosos: los primeros 10 días de enero y los últimos 10 días de ese mismo mes. Es casi seguro que habrá zonas inundadas como vimos el verano pasado, pero peor”, vaticinó.